RubenTop Feb 2022

El Volcán Poás registra una intensa actividad en los últimos días que ha generado cenizas y constantes gases. Ante este escenario, el Colegio de Químicos de Costa Rica destaca la importancia de comprender los principales componentes químicos presentes en estas emisiones y sus posibles riesgos para la salud de la población.


Según José Pablo Sibaja Brenes, miembro del Colegio de Químicos de Costa Rica, “la labor del químico es esencial para entender lo que está respirando la población, identificar riesgos y generar recomendaciones técnicas que orienten a las autoridades en la toma de decisiones oportunas. Esta labor técnica se vuelve especialmente relevante en contextos de emergencia volcánica, donde el monitoreo oportuno puede hacer la diferencia para proteger vidas”.


Entre los elementos más relevantes emitidos por el volcán se encuentran ceniza volcánica, con sustancias como silicio, sulfato, cloruro y otros elementos inorgánicos, así como gases como dióxido de azufre (SO₂), dióxido de carbono (CO₂) y vapor de agua (H2O).


Los componentes que representan mayor riesgo para la salud son:

∙Dióxido de azufre (SO₂): Según su nivel de concentración y el tiempo de exposición, puede provocar desde alergias hasta irritación en ojos, piel y garganta. Este gas también puede transformarse en la atmósfera en
aerosoles de ácido sulfúrico, solubles en agua, que generan lluvia ácida.


∙Ceniza volcánica: Contiene partículas de distintos tamaños que pueden ser inhalables y respirables, afectando directamente los pulmones y provoca problemas respiratorios si la exposición es prolongada o la concentración es
alta. Además, por su acidez, puede alterar las características del suelo, el agua y el aire.


En general, los volcanes en Costa Rica emiten gases como dióxido de carbono, dióxido de azufre, vapor de agua y, en menor proporción, sulfuro de hidrógeno.

También emiten aerosoles ácidos y ceniza, con partículas menores a 100 micrómetros.

Ante esta situación, el Colegio de Químicos recomienda:


∙En caso de niveles altos o si se presentan alergias, retirarse del lugar afectado para evitar problemas respiratorios.
∙Si se ha estado expuesto a gases azufrados al aire libre, cambiarse de ropa al ingresar al hogar.
∙Proteger a los animales que permanecen al aire libre y cambiar diariamente su agua y alimento.
∙Si hay afectación, comunicarse con el 911 y salir del área de riesgo.


El Colegio de Químicos también resalta el rol fundamental del químico profesional en este tipo de eventos. Entre sus funciones están la caracterización de gases volcánicos y ceniza, mediante muestreo y análisis de componentes como dióxido de azufre, sulfuro de hidrógeno, dióxido de carbono, metano, ácido sulfúrico y cloruro de hidrógeno. Asimismo, los químicos analizan la granulometría y la composición química de la ceniza para determinar su origen, y comparan los resultados con los índices de calidad del aire para evaluar posibles afectaciones a la salud.


El Colegio de Químicos resaltó el aporte para el país del Laboratorio de Química de la Atmósfera (LAQAT-UNA), el cual continuará con el monitoreo volcánico de lo que respiran las personas, como parte del compromiso con la seguridad ciudadana ante las emanaciones del volcán Poás.